Pastas vegetales una nueva opción en el mercado.

Algunas personas no pueden consumir gluten y las encuentran como alternativa, otras las consumen por el aporte de proteína y fibra, otras más para darle variedad a su alimentación. Las pastas a base de vegetales han llegado a los supermercados. ¿Qué son y cómo elegir una? Te cuento.

Hechas a base de harina de diversos vegetales, principalmente leguminosas (o legumbres como le dicen en algunos países) las encontramos de frijol, lentejas, garbanzos, chícharos y espinacas principalmente.

Sus presentaciones son variadas desde el clásico spaghetti, fusilli hasta en fettuccine.

Y aunque el trigo también es un alimento de origen vegetal y por su valor nutricional se encuentra dentro del grupo de los cereales, este nuevo tipo de pastas no aportan gluten (proteína que aporta firmeza, maleabilidad y esponjosidad a una masa).

¿Por qué aparecen en el mercado?

Surgen como alternativa a la cantidad creciente de personas que son alérgicas o intolerantes al gluten, como las personas celiacas, así como personas que tienen sensibilidad a él. Esto les permite seguir disfrutando de un platillo, pero con un origen distinto al trigo.  

También son una buena opción para las personas veganas y vegetarianas que buscan incrementar su consumo de proteínas vegetales en el día ya que su aporte comparado con el trigo, es superior, sobre todo si vienen de leguminosas.

Una tercera razón sería para incrementar el consumo de fibra en la dieta y es que aun cuando su base es harina el aporte de fibra es mayor que la pasta común (también es cierto que ya hay pastas de trigo integrales).

Una última, y creo que buena estrategia, es integrar más vegetales en la dieta de los niños. Muchas veces tienen rechazo a las verduras e incluyéndolas a manera de pasta, que es un alimento bastante aceptable por ellos, es una buena forma de asegurar vitaminas, minerales, fibra, entre otros nutrientes.

¿Cómo elegir una?

  1. Revisa ingredientes. De preferencia que solo sea la harina de la leguminosa/vegetal elegido, por ejemplo “harina de garbanzo”, “harina de chícharo”.

  2. Que no tenga azúcares añadidos, porque no los requieres.

  3. Que te aporten de 10 a 15 de proteínas en 100g de producto.

  4. El aporte de hidratos de carbono (carbohidratos) puede variar dependiendo del origen

  5. En cuanto a fibra busca que tengan de 5 a 10g por 100g de producto.

Si te has animado a probarlas, toma en cuenta que el proceso, tiempo de cocción y sabor son, muchas veces, diferentes al de la pasta común (incluso las que son de harina de trigo integrales) por lo que es importante leer las indicaciones antes de prepararla.

Es de reconocer que su precio es dos a tres veces mayor al de las habituales, así que considéralo.

Como vez las pastas de otras fuentes vegetales han sido un gran aporte de la tecnología alimentaria (un área más donde los nutriólogos se desenvuelven).

En mis redes sociales, te he dejado un review de 5 opciones que se me hacen una buena opción por su aporte nutricional.

Y si te ha servido este artículo compártelo especialmente con aquellos que son alérgicos al gluten o con quienes estén buscando integrar más vegetales a su alimentación.

¿Tienes más dudas? Agendemos una cita para más educación nutricia.



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